• ¿Tán lindo el gordito?

    En Colombia el 46% de la población padece de obesidad o sobrepeso , y el 17 por ciento de los menores que hay en el país también presentan estos problemas de salud pública.

    teniendo en cuenta que la Ley de Obesidad, sancionada el 14 de octubre de 2009, define este tema como una prioridad de salud pública, que requiere medidas específicas como control, atención y prevención. Es necesario que se le preste la atención apropiada y se sigan las guías adecuadas para el manejo de esta problemática.

    Existe la creencia de que la "gordura" en los niños es sinónimo de salud, o que con la edad reducirán de peso. Desdichadamente esta opinión no solo es aceptada por la mayoría de las personas, sino por algunos médicos, que no le dan la debida importancia cuando la detectan. Para evitar la obesidad es conveniente que desde los primeros meses de la vida los niños adquieran buenos hábitos alimenticios.

    ¿Qué se entiende por obesidad?



    La obesidad puede definirse como la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo, aunque en realidad es una enfermedad que implica mucho más que eso.
    Se manifiesta por un incremento de peso mayor al 20 por ciento del peso ideal esperado por la edad, la talla y el sexo.

    En la mayoría de los casos el médico, los padres y el niño están más preocupados por los problemas sociales que la obesidad origina, que por las alteraciones y complicaciones organicas que ésta puede ocasionar.

    ¿Que problemas asociados puede tener?



    Dificultades para respirar
    Ahogo,
    Interferencias en el sueño
    Somnolencia
    Problemas ortopédicos
    Trastornos cutáneos
    Transpiración excesiva
    Hinchazón de los pies y los tobillos
    Trastornos menstruales en las mujeres y mayor riesgo de enfermedad coronaria
    Diabetes
    Asma
    Cáncer y enfermedad de la vesícula biliar
    estos son todos problemas asociados al exceso de peso.

    ¿Por qué se produce la obesidad infantil?



    La psicóloga Cecilia López explica que existen varios factores que inciden en el
    desarrollo del exceso de peso.
    Por un lado está la herencia, que hace que muchos hijos de padres obesos sufran del
    mismo mal. Sin embargo los genes no los son todo. También incide la influencia ambiental, es decir el estilo de vida que la familia lleva. Si comen mucha grasa y son sedentarios puede que los hijos de padres no obesos también tengan exceso de peso. Al revés, si la alimentación
    es sana y hacen actividad física, los niños de progenitores obesos pueden tener un peso normal.

    También favorecen en alto grado a la obesidad actitudes sedentarias como comer golosinas delante del televisor, computador, en el automóvil y durante los juegos de mesa o de video, , habitos estos que se hán agravado en los últimos años por el desarrollo tecnologico y la ausencia de los padres.

    ¿Cómo puedo prevenir la obesidad en mi hijo?



    A través de modificar los hábitos nutricionales de la familia, principalmente en los padres, quienes a pesar de no ser obesos deben vigilar estrechamente la alimentación de sus hijos y limitar el consumo exagerado de alimentos.

    Alimentar adecuadamente a los niños desde su nacimiento y durante los primeros años de vida, es la mejor forma de impedir que aparezca la obesidad. desde los primeros meses de la vida se identifican los sabores, se conocen los alimentos, sus texturas, se adquieren los hábitos de alimentación, se marcan los gustos y las preferencias por los alimentos.

    Mediante la alimentación al pecho materno (libre demanda) el niño consume lo que necesita, mientras que con el biberón se tiende a alimentarlo de más, lo que puede ser el inicio de la obesidad y de un mal hábito.

    La adecuada introducción de alimentos diferentes de la leche materna entre los cuatro y seis meses de edad es indispensable para prevenir la obesidad, iniciar con un solo alimento; ofrecerlo por dos o tres días seguidos para conocer su tolerancia; no mezclar alimentos; no forzar su aceptación; ofrecer primero los sólidos y después los líquidos; incrementar progresivamente la cantidad ofrecida; promover el consumo de alimentos naturales, prepararlos sin la adición de condimentos y especies; ofrecer alimentos en textura adecuada para la edad.

    Hay que recordar que la alimentación es un hábito por lo que deberá adaptarse al horario y al menú familiar, lo que favorece socialización y aprendizaje. Se debe respetar los horarios y evitar los malos habitos como agregar sal antes de probar los alimentos, usar azúcar en exceso, condimentos, salsas y aceites. Estos son algunos de los ejemplos que durante las comidas del día, el niño adquiere, inicialmente por imitación y que posteriormente repite, lo que generará un mal hábito para su vida futura.

    Durante los dos primeros años de vida se genera en los niños el hábito alimentario, a través de cómo, cuándo, dónde y con quién se come. Reglas para la alimentación, como horarios fijos específicos para los tiempos de comida, determinar el lugar para el consumo de alimentos, indicar cuál es el comportamiento que se debe tener en la mesa, promover una masticación adecuada y marcar el tiempo disponible para el consumo de alimentos, entre otras, serán las bases de las rutinas de alimentación.

    Utilizar algunos alimentos y principalmente las golosinas como premios no es conveniente, ya que se encuentran fuera de las reglas, esto puede originar que el niño empiece a tener una preferencia marcada por estos alimentos, al relacionarlos con actos y conductas que ante sus padres fueron positivos.

    Algunos Tips OK para tener en cuenta.



    1.- Cuidar los hábitos alimentario del niño y la familia.

    2.- Dieta adecuada para su etapa de crecimiento y desarrollo.

    3.- Ejercicio y actividad física rutinaria.

    4.- Participación activa de los padres y la familia en el establecimiento de hábitos.

    5.- Evitar las actividades que condicionan el consumo de alimentos fuera de los horarios de comida.

    6.- Tenga en cuenta que los malos hábitos alimentarios de los padres los aprenden los hijos.

    7.- Evitar el consumo de productos procesados y paquetes, y mucho menos su consumo entre comidas.

    8.- Comprometer al niño en la observación de su dieta y actividad física, lo hará más responsable y consciente de su salud.






    La Obesidad Infantil es un verdadero problema, ya que en un gran porcentaje, el niño obeso será un adulto obeso, con todas las secuelas que la obesidad conlleva. Y no lo olvídes: en la obesidad es más fácil prevenir que remediar; para que tu y los tuyos Estén OK.

    Artículo basado en la investigación del Dr. Alejandro Serrano Sierra* y Lic.Nut. Guadalupe Prieto


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